Los registros indican que Roma fue fundada el 21 de abril del 753 a.C. por los hermanos gemelos Rómulo y Remo.
Según la tradición literaria proveniente de los relatos de leyendas griegas y romanas y de lo narrado por el historiador romano Varrón sería esa la fecha exacta de su fundación.
Por eso, este año la ciudad de Roma festeja 2773 años.
Indice
La leyenda y el origen de Roma
La literatura greco-romana sitúa el origen de Roma en la huida de Eneas tras la caída de Troya, quien funda la ciudad de Alba Longa al arribar a la península itálica. Luego, cuenta la leyenda que el rey Numitor, descendiente de Eneas, es destronado por su hermano Amulio quien obliga a su propia sobrina a ser vestal (virgen sacerdotisa). A pesar de ello, Marte engendrará en ella a dos hermanos gemelos, Rómulo y Remo, quienes para evitar ser asesinados por Amulio son abandonados en una canasta en aguas del río Tiber.
La leyenda refiere que fue una loba la que los salvó de la muerte al amamantarlos como si fueran sus propios hijos hasta que fueron rescatados por unos pastores. Una vez que crecieron los hermanos se vengaron de su tío abuelo y fundaron Roma en el monte Palatino, lugar en el que habían sido rescatados por la loba. En ese momento, tras una disputa por los muros de la ciudad Rómulo dio muerte a Remo y, apenado, decide llamarla Roma.
Monarquía – República – Imperio
Desde entonces hasta el año 509 a.C., Roma fue gobernada por siete reyes, y la Monarquía fue su sistema de gobierno.
En el año 509 a.C., con la expulsión del último rey, comienza la era de la República. Durante los siguientes quinientos años Roma vio expandir sus territorios y estableció su hegemonía sobre el Asia Menor y Egipto.
Con el tiempo, la primigenia forma de la República aristocrática de gobierno evolucionó, producto de las luchas internas de los plebeyos, a una forma más democrática. El fin de la República sucedió en el 27 a. C. cuando Augusto es coronado como emperador de Roma.
Así, comienza una nueva era en la historia romana. El imperio llegó a extenderse desde el río Rhin en Germania hasta el norte de África, incluyendo Gran Bretaña, Francia, la península Ibérica, Europa central y parte de Oriente Medio.
En ésta época dorada es cuando se construye el Coliseo, escenario público en el que se realizaban las míticas luchas de gladiadores, se recreaban famosas batallas y se exhibían animales exóticos. Mientras al pueblo no le faltara comida ni diversión los gobernantes romanos se aseguraban la tranquilidad citadina y evitaban así posibles revueltas. De allí surge el famoso lema «pan y circo».
Su ocaso comienza durante el siglo II por disturbios internos que llevaron a Roma al caos y a la anarquía militar. Durante los últimos años del imperio, el emperador Constantino logró su reunificación temporal y en el año 313 mediante un edicto permitió la libertad de culto cristiano.
Edad media y los Estados Pontificios
La afirmación de la iglesia en el poder ubicó a Roma como centro político del mundo y como ciudad pontificia, quedando bajo control de los papas durante cuatro siglos. Si bien en algunos momentos, como cuando fue coronado emperador Carlomagno, la soberanía política sobre Roma quedaba en manos del emperador, mientras que el papa gobernaba el territorio como su representante.
La edad Moderna y el Renacimiento italiano
El Concilio de Trento, luego de la reforma luterana y la invasión de Carlos V, si bien confirmó a Roma como capital del Estado Pontificio, disminuyó las facultades e influencia sobre la política europea. Durante este período Italia fue la cuna del Renacimiento. En la ciudad hubo una gran renovación urbanística que incluyó la reinauguración de la basílica de San Pedro como emblema papal.
Imperio Francés
Las conquistas napoleónicas también alcanzaron a Roma y la ciudad estuvo bajo dominio del imperio francés hasta 1814. Durante esa etapa Napoleón ordenó que se modernizara la ciudad y encargó esa tarea a Antonio Cánova.
La unificación de Italia
En 1861 se produce la unificación de Italia con la unión de Nápoles y Sicilia la cual concluyó en 1870 cuando el ejército italiano se apoderó de Roma, y estableció allí su capital.
Desde entonces, a pesar de las guerras mundiales, Roma no ha parado de crecer demográfica y culturalmente. En la actualidad alberga a casi tres millones de habitantes y ha sido reconocida como Patrimonio Histórico de la Humanidad por la concentración de bienes históricos y culturales que allí conviven.
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