El Hotel de Inmigrantes fue construido con el objetivo de «recibir, orientar, alojar y ubicar» a los inmigrantes europeos en Argentina.
Indice
Primer Hotel de Inmigrantes
La sanción de la Constitución de 1853 legitimó el ingreso de inmigrantes en el país. A partir de entonces fueron diversas las medidas adoptadas en tal sentido.
Así, se construyó el Asilo de Inmigrantes de la Ciudad de Buenos Aires, ubicado en Corrientes 8, el cual funcionó entre 1857 y 1873.
Este lugar, que originalmente funcionaba como una herrería y era propiedad de Estanislao Anchorena, se transformó en el primer Hotel de Inmigrantes.
Segundo Hotel de Inmigrantes
Desde 1874 hasta 1888 fueron varios los sitios que oficiaron como hoteles para inmigrantes: el castillo «El Ombú» en Barracas, el Asilo de la calle Corrientes, el Asilo Provisorio de Inmigrantes de Palermo (que no era otra cosa que unas 30 carpas con capacidad para 10 personas), la Quinta Bollini de la calle Chamango (actual Av. Las Heras) y quizás el más importante de ese período, el edificio de la calle Cerrito 1250, hoy ocupado por el Centro Argentino de Ingenieros.
Fue a este último lugar, que funcionó hasta 1888, el que la historia llama el Segundo Hotel de Inmigrantes.
Hotel «Rotondo» de Inmigrantes
El tercer hotel de inmigrantes conocido como «rotondo» o de la rotonda por su planta circular funcionó desde 1888 hasta 1911 y llegó a albergar una media de 2.500 personas al día, con un total de 70.000 inmigrantes registrados en sus veinte años de funcionamiento.
La obra del ingeniero Stavelius era lo primero que veían los inmigrantes al arribar al puerto pero tal cercanía al Río de la Playa hizo que sufriera las consecuencias del clima hostil, las inundaciones y temporales. Las ventanas se rompían a diario y los muros del edifico no soportaban la fuerza de la naturaleza lo que tornaba aún precario el lugar.
Actual Hotel de Inmigrantes
En 1911, bajo la presidencia de Roque Sáenz Peña, se inauguró el actual Hotel de Inmigrantes hoy devenido en Museo de la Inmigración.
Se trataba de una obra de vanguardia para la época, con una capacidad de alojamiento para 3000 personas y en la que 100 empleados trabajaban para asistirlos. El edifico fue hecho de hormigón y su construcción demandó poco más de cinco años.
El Hotel contaba con varios pabellones, en algunos de ellos funcionaron la Oficina de Correos y Telégrafos, un hospital, un depósito de equipaje, la Oficina de Trabajo y una sucursal del banco Nación.
La Oficina de Trabajo era el objetivo principal de todo inmigrante que no tuviese un familiar o amigo en el país. Disponían de cinco días para conseguir un empleo período en el cual el alojamiento en el hotel y la comida eran gratuitos.
La alimentación consistía en un café con leche o mate cocido y pan para desayunar y sopa, puchero, arroz, pastas, guiso de carne o estofado como comida principal.
En 1953 el hotel dejó de funcionar. Otros hoteles de inmigrantes funcionaron a fines del siglo XIX en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Corrientes y Entre Ríos.
Museo Hotel de Inmigrantes
En 1995 el antiguo hotel fue declarado Monumento Histórico Nacional y hoy funciona como un museo dependiente de la Dirección Nacional de Migraciones. Allí también existe una biblioteca especializada.
Dirección: Av. Antártida Argentina 1355, edificio 6, 3er piso (4317-0285)
Horario: martes a domingos de 12 a 20hs.
Para visitas guiadas hay que coordinar previamente o participar de la Noche de los Museos.
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